sábado, 30 de junio de 2007

después no me pregunten nada! sólo quiero desahogarme...


toy con penita... y más encima un día sábado en la noche... necesito alguien con quien hablar pero no quiero llamar a nadie, tampoco quiero salir... sólo quiero desahogarme. Y se me ocurrió esto! entrar al blog y escribir... por la siguiente razón; nadie sabe que en estos momentos estoy escribiendo algo, nadie me puede reprochar nada inmediatamente, pero sin embargo después varios lo van a leer, yo creo... y capaz que me entiendan. Hay días o semanas en que las cosas simplemente no resultan... pueden ser los estudios, la familia, los amigos, etc... pero tengo la pequeña intuición de que hoy no se trata de ninguno de esos puntos, que será entonces? supongo que todos van a adivinar! quiero abrirme... pero no puedo... tengo toda la intención de contar todo a todos... con nombre y lujo de detalles... pero no puedo, literalmente... no puedo!!!! me siento mal. A veces una escoge mal, mira demasiado, se obsesiona (obcesiona, obseciona, no sé), o simplemente, pone los ojos en un hombre que no es para una... "¡no creo que te resulte!"_ "¡cuidado!"_ "y si se molesta?"_ "es súper distinto a tí!"_ "tú sabis como es él!"_ "¡tenís más que perder que ganar"!... son algunas cosas que me dicen las 3 0 4 personas que saben de lo que hablo y de quién hablo cuando yo les digo que quiero acercarme a él y contarle lo que siento, porque de verdad lo siento... ¡por la cresta! no pensé que iba llegar a esto... yo sólo me divertía molestándolo un rato cuando lo miraba y lo miraba y lo seguía mirando hasta sentir, en pequeños detalles, que él se ponía nervioso cuando hablaba frente a todos!!!! y aquí estoy poh... escribiendo esto con un nudo en la garganta... los consejos que me dan sé que son ciertos pero quiero correr el riesgo, algo me dice que no voy a perder tanto, que, quizás, hasta consiga algo... nada es imposible creo... ahora lo único claro que tengo es que no quiero sentir nunca más lo que estoy sientiendo ahora... tristeza pura... nervios... chao

miércoles, 16 de mayo de 2007

A sangre fría


Aún teniendo en cuenta que lo hacen por un compromiso o una obligación, no me cabe en la cabeza que exista gente capaz de atentar contra la vida de un semejante sin más motivación que la orden general de irse a guerra porque sí, nada más que porque sí. Para mí, todos los conflictos se solucionan hablando, es por esto que tengo más que claro que las guerras están de más, sobre todo cuando se utiliza a jóvenes y niños para defenderse, los que, a largo o mediano plazo, se convertirán en hombres familiarizados con las guerras (y no digo mujeres porque, genialmente, no se ha tomado tan en cuenta la paridad de género en el mundo bélico, por lo menos no que yo sepa). Además, con experiencias mayores en el cuerpo, les irá importando menos el hecho de matar a otros. Atroz. Y a esto voy, siempre me he preguntado qué se sentirá matar a alguien, ya sea accidentalmente o mediante un asesinato, sin querer o con premeditación. ¿Qué pasará por la cabeza de un asesino en los segundos inmediatos al crímen? Lo dejo para pensar...

Ahora me voy al otro extremo, al instante en que se decide matar a alguien. Y pueden existir muchas razones; como sed de venganza, miedo, rabia, enfermedad mental o simple y maldita maldad. Cualquiera sea la razón, me imagino que hace que uno se nuble, quede ciego y sólo actúe, sin llegar a pensar en las consecuencias que tendrá, sin pensar en el daño hacia la víctima, hacia la familia de ésta, hacia sí mismo. Sea cual sea la razón, tenga o no tenga motivos.

Creo que yo nunca podría matar a alguien, no tendría el valor... pero, acordándome de casos de los noticieros, por ejemplo, en donde hablan padres de jóvenes asesinados sin razón, familiares o amigos de víctimas de delincuentes, me pongo a pensar que si yo me viera en esa situación también querría tomar la justicia por mis manos; a mis seres queridos no los toca nadie, me volvería loca, mataría... ¿Qué pasaría por mi cabeza?

En este mundo hay demasiada ira, personas horrorosas, gente que planifica la eliminación de otra gente y, más encima, existen Jefes de Gobiernos que no encuentran mejor solución que declararle la guerra a otros Estados para "solucionar" los problemas, cuando lo único que consiguen es sembrar más amargura para, años después, cosechar hombres llenos de odio, capaces de matar a un hermano a sangre fría, dejándolo tendido en el suelo y pensando que con eso ganó la batalla. Maldita Maldad.

lunes, 7 de mayo de 2007

Debe ser porque estoy stressada (o stresada?)


Sinceramente, cada vez que tengo que subir algo al blog, encuentro con que estoy sin tema. Mi cabeza, cuando estoy frente a un computador, colapsa. Y esto debe ser, como dice el título, porque estoy stressada; hace mucho tiempo que no me sentía tan cansada, física y sicológicamente. Será para "hacerme ver"? No sé... espero que no.

Para facilitarme la tarea de encontrar de qué hablar, me puse a conversar con una amiga que estaba conectada. Le expliqué la situación y lo que me propuso (que era lo que ella estaba haciendo) fue "cómo enfrentarse al momento de hacer la tesis" y todo lo que eso implica, a lo que yo contesté inmediatamente con un no, porque deduje que era un tema demasiado profundo para un momento en que una lo único que quiere es acostarse y despertar tres días después (a este nivel llega mi cansancio). Como deseché su idea me dijo que no se le ocurría nada más porque estaba ocupada buscando la solución económica para largarse de su casa y ser independiente... y este es el tema que elegí... el de enfrentarse al día en que uno tiene que dejar la casa de los papás. Y tengo que aceptar y reconocer que yo me tomo ese tema de una manera muy distinta al de mi amiga, porque, si de mi dependiera, no dejaría nunca la casa de mis papás. Quizás suene un poco infantil y hasta cobarde, pero yo se que no es así. Mi casa es tan... mía, no sé, es algo tan rico estar allí, estoy tan acostumbrada a todo. Saber que me acuesto y me levanto bajo el mismo techo de gente que me adora, es genial; te da una seguridad increíble. Claro que, esto ahora yo lo vivo sólo los fines de semana, entonces debe ser por eso que me siento así; débil. Pero mi gran virtud es que soy optimista y sé que este mal momento va a pasar, que son cosas del estudio.

Me gusta estar en mi hogar porque me transformo, y eso a veces hace bien. De ser una mujer independiente, llena de cosas que hacer y autosuficiente en la semana, paso a ser una cabra relajada, donde mi mamá me mima (jaja) y mi papá me compra todo lo que yo quiero... aaahhhh!!! quiero que sea viernes, quiero dormir tres días... a ese nivel...

lunes, 9 de abril de 2007

De todo un poco...


A veces uno no sabe qué escribir... Simplemente te quedas en blanco, sobre todo cuando hay mucho ruido a tu alrededor.

En estos momentos me encuentro en un lugar público, segundo piso, junto a un ventanal enorme desde donde puedo mirar el mar y la avenida principal de mi ciudad. Hay mucho tráfico (será porque es lunes), está nublado, hace frío y yo, como siempre, desabrigada. Siempre mi mamá me ha dicho que desde chica no me gusta andar con mucha ropa, ¿porqué?, no sé.

¿Les cuento algo? El sábado en mi casa le hicimos la despedida a mi hermano chico, se llama Hans y tiene 19 años. Se va esta semana a Venezuela a estudiar Medicina y no lo vamos a ver, como mínimo, en un año. Es doloroso que se vaya pero, a la vez, es genial que cumpla sus sueños. ¡Suerte Hans! ¡Te amo!

Los sueños (no los que aparecen cuando dormimos, sino que nuestras aspiraciones) nos llevan a estar satisfechos con nosotros mismos si es que logramos realizarlos. Mi gran sueño, por ejemplo, es poder encontrar un trabajo increíble y que me llene en miles de sentidos para seguir siendo feliz junto a toda mi familia y, sobre todo, junto a Martín. Pero día a día, también, yo voy tratando de cumplir pequeñas metas que me alegran la existencia. Cosas chicas, como una llamada de teléfono, un regalito, una frase, algún esfuerzo por alguién, por mí, promesas, etc. Tantas cosas, ¿se entiende?, no importa, a veces ni yo me entiendo, a veces escribo y cuando termino borro todo, quizás hasta este texto lo borre cuando ponga punto final, pero no creo que eso pase, porque ya no tendría tiempo para escribir otro. Por eso el título "De todo un poco", este escrito no tiene ni pies ni cabeza, ya mencioné que a veces uno está en blanco y, porqué no, esto puede ser lo peor que haya escrito para Fabián, pero me consuela saber que mi cabeza está vacía no por algún problema, si no que por algo maravilloso que si lo escribo tampoco van a entender, porque explícita no seré nunca con mi vida privada.